Cada vez que vamos a dar un
vuelco en nuestros hábitos alimenticios nos volcamos a comer ensaladas varias,
especialmente crudas, como el primer gran paso hacia una dieta saludable. Y
sobre esto nada que comentar más que apoyar esta tendencia. Aquí queremos hacer
hincapié en que hay algo que no es tan tenido en cuenta pero que no debe de
dejar de analizarse.
Si el título de una película
fuera El Ataque de la Lechuga Romana, y el film relatara como en Estados Unidos
se produce un brote silencioso de E Coli que afecta a los consumidores de
ensaladas crudas, cortadas y embolsadas, podría ser un éxito de taquilla. Al
fin y al cabo el cine catástrofe tiene millones de adeptos. Pero esto no es un
film.
O de serlo más que de ciencia
ficción sería documental ya que las verduras semiprocesadas y envasadas crudas
se han convertido en una de las fuentes de intoxicación más comunes en Estados
Unidos y varios mercados más. Y de no cambiar tendencias y hábitos las
consecuencias podrían ser graves. El boom de las verduras embolsadas, con los
enormes beneficios que ha traído, se ha convertido también en un gran desafío
para la seguridad alimentaria.
La Seguridad Alimentaria, clave
para una alimentación saludable
Para entender la importancia
estratégica de la Seguridad Alimentaria, basta con compartir números públicos
que reflejan que solo en Estados Unidos aproximadamente 48 millones de personas
sufren al año algún tipo de intoxicación alimentaria, de las cuales 128.000 son
hospitalizadas y unos 3.000 acaban falleciendo. Y si bien en Europa, los
reportes son menos dramáticos, las dinámicas alimentarias tienden a parecerse.
Y ni que hablar de países con programas de control mucho más precarios.
Se estima que al menos el 50% de
las intoxicaciones son atribuibles a los vegetales crudos, frutas, y hortalizas
en general, especialmente las de hojas. Mientas que solo el 6% son causadas por
mariscos o pescados. Y atrás quedan carnes, lácteos, huevos y otros productos,
debido a que llegan a la mesa luego de procesos de cocción o pasteurización
como es el caso de los lácteos. Este fenómeno relativamente moderno es bien
diferente de lo que pasaba a finales de los 90 y principios de los 2.000 donde
las carnes y sus derivados aparecían arriba en el podio.
Según los expertos esto podría
deberse a la moda de las ensaladas cortadas y embolsadas.
¿Son las ensaladas cortadas y
envasadas un riesgo?
En primer lugar, debemos decir
que gracias a esta nueva moda estamos comiendo más productos verdes y crudos
que hace unos años. Con todos los beneficios que ello implica. Pero haber
dejado atrás ciertos procesos domésticos de control ha incrementado los riesgos
vinculados a estos productos. El consumidor entiende que si el producto está
envasado alguien controló el proceso, y de la bolsa a la mesa no siempre es lo
recomendado.
Las bolsas acaban convirtiéndose
en un entorno propicio para el crecimiento de colonias bacterianas, y además al
perderse la trazabilidad la localización del origen de un posible agente se
vuelve una tarea titánica. En una bolsa se reúnen las producciones de muchas
parcelas y si no hubo un proceso previo y estricto de control no hay certezas
de lo que se mete adentro de la bolsa en términos de contaminantes.
No queda más que imponer medidas
estrictas a los huertos productivos, toda la cadena de procesamiento y también
a las cadenas de distribución. Y sin bien la Unión Europea ha avanzado mucho en
ese sentido, en otros países aún se está muy lejos de los estándares mínimos.
Al final estamos viviendo una
época de nuevos desafíos en dónde todos los beneficios que implica la
agricultura industrial, de semiprocesados, como todas las opciones de
agricultura ecológica y de proximidad no deben verse opacados por no dar a la
seguridad alimentaria el mismo rango que se le da a la calidad alimentaria.
Un pack de productos
semiprocesados debe ofrecer los mejores productos, pero además debe brindar
garantía de inocuidad. El slogan fundamental no solo debe ser la comodidad y la
rapidez. No podemos permitir que malos procesos pongan en riesgo la salud de
los consumidores.
En AGQ Labs contamos con los más
modernos laboratorios que permiten acreditar la inocuidad de los alimentos ya
desde el campo y luego de procesos. Nuestro especialista del área colabora con
nuestros clientes para que tengan la tranquilidad de saber que lo que producen
es bueno y sano.
En Argentina AGQ Labs y
AgroConciencia desde hace ya 9 años y con presencia en las principales zonas
productivas de frutas, hortalizas y legumbres, trabajamos día a día, para que
desde el campo, lleguen a la mesa de los consumidores aquí o en cualquier parte
del mundo, productos de la calidad que Argentina es capaz de producir y con la
inocuidad que los mercados exigen.
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